Rudolf Steiner, fundador de la pedagogía Waldorf, decía que lo primero que hay que enseñarle a nuestros hijos al nacer es a respirar y dormir correctamente. Por supuesto que cuando lo mencionó no se refería a contratar un experto en respiración que le enseñe técnicas de inhalación y exhalación a un bebé. Tampoco se refiere a que un recién nacido sea incapaz de dormir hasta que alguien le enseñe.
Sin embargo, toda madre o padre ha sido capaz de darse cuenta que al inicio la respiración de un recién nacido y sus patrones de sueño son completamente errantes. Si prestamos atención a la respiración de un recién nacido podemos darnos cuenta que por momentos se acelera sin razón alguna aparente. Además, por más argumentos que queramos encontrar, al inicio un bebé no sabrá que la noche es para dormir, toda madre y padre han vivido esos primeros meses de desvelo.
"Lo primero que hay que enseñarle a nuestros hijos al nacer es a respirar y dormir correctamente."
Estos meses también son ideales para darnos cuenta lo que la falta de un ritmo sano puede causar en nosotros. Después de semanas seguidas de desvelos, nos damos cuenta que nuestro rendimiento durante el día ya no es el mismo. Ok, pero si podemos darnos cuenta de la falta de ritmo en la respiración de un recién nacido y de ritmos circadianos sin un patrón aparente, ¿cómo podemos enseñarles a regularlos? Y una vez hayan logrado establecer un patrón de sueño sano y regular su respiración ¿ya no necesitan más de un ritmo sano en otras área de su vida?
La respuesta a la primera pregunta es a través del establecimiento de rutinas, tanto diarias, como semanales e incluso anuales. Con un recién nacido es muy fácil darse cuenta de la necesidad de un ritmo sano, pero esto no se limita al primer año de vida. Para nuestros hijos poder tener una rutina contribuye a ser capaces de anticipar lo que sucederá a continuación. Esto, sin duda, trae consigo seguridad y certeza en el día a día. Como padres, definitivamente lo que buscamos es que nuestros hijos se sientan seguros, lo que contribuirá al desarrollo de su personalidad y capacidad de resiliencia en la vida.
Previo al inicio de la educación escolar, la rutina en casa es de vital importancia. Luego, la rutina será dictada en su mayor parte del día por la institución educativa a la que nuestros hijos asistan, sin embargo, la rutina de casa no deja de ser importante. Es incluso en este momento que la rutina semanal empieza a ser más significativa. Tener expectativas durante la semana ayuda en la motivación y el bienestar de todos, esperar el miércoles porque es el día en el que se sirven grilled cheese sandwiches a la cena, el jueves porque es la clase de arte en la tarde o el domingo porque es el día para ver a los primos y abuelitos, nos hace bien.
"Tener estos hitos durante el año son importantes para sentir el paso del tiempo, sobre todo hoy más que nunca debido al ritmo de vida que vivimos."
Así como existe un ritmo semanal, desde que los seres humanos descubrieron las estaciones y los ciclos que se repiten cada año, también crearon celebraciones que se repiten cada año. Como la Navidad para los cristianos, Janucá para los judíos o el Wayeb' para los mayas, entre otras muchas celebraciones. Tener estos hitos durante el año son importantes para sentir el paso del tiempo, sobre todo hoy más que nunca debido al ritmo de vida que vivimos.
En la actualidad llevar un ritmo sano, que nos permita sentir el paso del tiempo se ha vuelto cada vez más difícil. Las luces de día que se usan en oficinas, en donde siempre parece ser de día, las notificaciones que llegan al celular en cualquier momento, sin importar si son horas laborales o no, los productos que están disponibles en el supermercado a lo largo de todo el año y los horarios de trabajo extendidos hacen parecer que llevar un ritmo en casa parezca una utopía inalcanzable.
Sin embargo, un ritmo sano no significa tener que ignorar nuestra realidad actual y vivir como lo hacían las personas antes de la invención de la electricidad. Aún en nuestros tiempos es posible establecer rutinas que nos ayuden a sentir el paso del tiempo en ciclos diarios, semanales o anuales. Al final el objetivo es tomar nuestro contexto familiar y ser capaces de planear esos momentos predecibles que van a dotar de seguridad a nuestros hijos. Para cada padre será distinto el momento y la cantidad de tiempo que pueda destinar para esto, pero vale la pena recordar que sin el ritmo la melodía de una pieza musical no es capaz de cobrar vida por sí misma.